ESCRITORA DEL PERSONAL – DIANA DE LEON
ORGINALMENTE PUBLICADO 13 SEPTIEMBRE, 2023
El día internacional de las mujeres indígenas, celebrado el 5 de septiembre, sirve como una oportunidad para reconocer y celebrar las contribuciones, esfuerzos, y sacrificios importantes que hacen las mujeres indígenas a través del mundo. Este día no solo es una oportunidad para celebrar sus logros, sino también para brindar luz a los desafíos únicos que han enfrentado y el rol esencial que tienen en sus comunidades. El día nacional de la mujer indígena se originó en honor a Bartolina Sisa, una mujer valiente de Bolivia, que tuvo un papel significativo en la resistencia contra el colonialismo y opresión de los españoles durante el siglo 18. Bartolina peleaba por los derechos de los indígenas y por la justicia. Su historia se ha convertido en un símbolo de la fuerza y resiliencia de las mujeres indígenas. Hoy en día se celebra para reconocer las injusticias que han soportado y para levantar sus voces en el presente.
Al igual que Bartolina, otras mujeres indígenas como La Donna Brave Bull Allard, Rigorberta Menchu Tum, y Tarcila Rivera Zea han continuado a luchar por los derechos y han podido resistir contra la adversidad. Donna Brave Bull Allard, miembro de la Sioux Tribe en North Dakota, tenía una propiedad en donde el estado había propuesto que instalaran tuberías. Preocupada por los problemas de ambiente o de cultura que las tuberías podrían causar, comenzó a organizar esfuerzos de resistencia contra la construcción. En el 2016, La Donna Brave Bull Allard estableció el Sacred Stone Camp, al cual se unieron varios activistas a apoyar la lucha en contra de Dakota Access Pipeline. El campamento creció y se convirtió en un lugar clave para activistas por los derechos indígenas, ambientales, y otros ciudadanos a través del país y del mundo. Las protestas en contra de Dakota Access Pipeline captaron la atención
internacional ya que las pipas representaban una amenaza ambiental,podrían dañar los recursos de agua e infringir la soberanía indígena y los sitios sagrados. Su liderazgo y defensa fueron fundamentales para resaltar los desafíos que enfrentan las comunidades indígenas cuando se trata de proteger sus tierras ancestrales, sus recursos, y su patrimonio cultural. El movimiento que comenzó ayudó a demostrar el poder de la acción colectiva y la importancia de respetar a los indígenas y al medioambiente. Similarmente, se destaca Rigorberta Menchu Tum, una activista indígena guatemalteca que recibió el premio Nobel de la Paz en 1992 por su labor: conocida por su lucha en defensa de los pueblos indígenas y su papel en la promoción de la justicia social y los derechos humanos. Rigoberta destacó las injusticias que enfrentan las comunidades indígenas, incluyendo la discriminación, la pobreza y la falta de acceso a recursos y servicios básicos. Rigoberta ha trabajado para educar a las comunidades indígenas sobre sus derechos incluyendo el derecho a la educación, la salud y la participación política. Al igual que ha formado parte de la creación de organizaciones y fundaciones dedicadas a promover el desarrollo la Paz en 1992 por su labor: conocida por su lucha en defensa de los pueblos indígenas y su papel en la promoción de la justicia social y los derechos humanos. Rigoberta destacó las injusticias que enfrentan las comunidades indígenas, incluyendo la discriminación, la pobreza y la falta de acceso a recursos y servicios básicos. Rigoberta ha trabajado para educar a las comunidades indígenas sobre sus derechos incluyendo el derecho a la educación, la salud y la participación política. Al igual que ha formado parte de la creación de organizaciones y fundaciones dedicadas a promover el desarrollo sostenible y la equidad en las comunidades indígenas. Su activismo y trabajo han tenido un impacto significativo a nivel global.
Adicionalmente, Tarcila Rivera Zea, una destacada líder indígena de Perú ha trabajado a lo largo de su vida para promover la igualdad de género y la visibilidad de las mujeres indígenas en América Latina y a nivel internacional. Zea es una de las fundadoras del Centro de Culturas Indígenas del Perú, una organización que se dedica a promover los derechos de los pueblos indígenas y el reconocimiento de la diversidad en Perú.
Hoy se estima que hay 476 millones de personas indígenas a través del mundo. Las poblaciones indígenas son las más vulnerables a ser desalojados de sus tierras ancestrales, negación de oportunidades, agresiones físicas y a ser tratados como ciudadanos de segunda clase. Las mujeres, en especial, son víctimas de doble discriminación debido a su género y su origen étnico. Tienen menos acceso a la educación, la atención médica y otras oportunidades económicas a comparación de hombres indígenas y mujeres no indígenas. Por eso es importante que nos eduquemos para poder comprender mejor los desafíos de las mujeres indígenas y sus necesidades para poder ayudar. Una de las propuestas para involucrarse, es apoyando a las organizaciones sin fines de lucro que ayudan a mujeres indígenas. San Antonio es una de las ciudades con poblaciones más grandes de indígenas. Hay centros en los cuales podemos dedicar tiempo para contribuir y ayudar a las mujeres en su lucha por un mejor futuro. La asociación de American Indians en Texas, por ejemplo acepta voluntarios que les ayude a servir a los jóvenes y las comunidades indígenas en San Antonio. Al ser un gesto de solidaridad y acción concreta para garantizar el cambio en la sociedad, dedicar una pequeña porción del tiempo al servicio de los demás es algo que todo estudiante debería de tener presente.