GUADALUPE ARÉVALO NEYRA – EDITORA DE LA SECCION DE ESPAÑOL ORIGINALLY PUBLISHED JAN 31 2024
El pasado diciembre del 2023, Argentina dio la bienvenida a un nuevo presidente, Javier Milei.
Descrito como el Donald Trump argentino por el New York Times, Milei es un personaje excéntrico que ha causado revuelo, sobre todo gracias a sus propuestas económicas anti-estado o anarco-capitalistas y, aunque el candidato ganó con el 55.69% de los votos, el ánimo de la población permanece en incertidumbre sobre qué les depara el futuro con este presidente.
Entre sus propuestas de campaña más relevantes se encuentra la dolarización de la economía argentina, la reducción de gastos del estado mediante el cierre de ministerios, la privatización del sistema de salud del estado y la desregulación de la tenencia de armas.
El pasado 17 de enero, el mandatario participó en el Foro Económico Mundial, donde dejó en claro una vez más cuál es su posición con respecto a la dirección que Argentina debe tomar y cuál él cree que es el estado en que se encuentra el mundo.
“Occidente está en peligro”, dijo enfáticamente el presidente argentino al referirse a la ideología de tendencia socialista que, según él, líderes del mundo han adoptado y para respaldar un modelo económico capitalista con poca o nula intervención del estado, punto que resaltó al negar la existencia de fallos de mercado y al colocar al estado como el principal impedimento para el progreso económico.
Las drásticas propuestas de Milei, especialmente las que conciernen a la reducción de los fondos del estado, resultan en general atractivas en un país latinoamericano como Argentina, que se ha cansado de un estado deficiente y lleno de corrupción, y sufre las consecuencias de una economía con una inflación desmedida.
El país está a la espera de un cambio real y las radicales propuestas de Milei parecen poder llevarlo a cabo.
De hecho, ya ha cumplido con su promesa sobre el cierre de ministerios, eliminando nueve de los dieciocho previos que existían en Argentina, aunque, por otro lado, ha señalado que tendrá que retrasar su propuesta de cambiar la moneda del peso al dólar.
Aun así, sus propuestas deben tomarse con cuidado, dado que su negación acerca de los fallos de mercado y su explícito respaldo a los monopolios, aunque su definición de monopolio es diferente a la definición clásica, podría resultar problemático.
Asimismo, su ambicioso proyecto de “ley ómnibus”, que cuenta con más de 500 artículos, ha resultado polémico, puesto que busca aprobar una serie de medidas que podrían interferir con el derecho a protesta y modificar el sistema de representación del congreso, así como privatizar empresas estatales y otorgar facultades extraordinarias al poder ejecutivo bajo el concepto de “emergencia pública”, entre otras cosas.
Aún es muy pronto para saber hasta qué punto será posible para Milei llevar a cabo sus propuestas ni cuál será el impacto efectivo en el panorama político y económico del país.
Sin embargo, es indudable que la llegada de Javier Milei a la presidencia de Argentina marca un punto clave en la dirección política y económica del país, gracias a sus propuestas económicas disruptivas y anti-globalistas, aunque quedan interrogantes sobre su viabilidad y sus posibles repercusiones.