ENCARCADA DE PUBLICIDAD – ARIETTE ARAGON
ORIGINALLY PRINTED ON MARCH 2, 2023
Dar un beso a otra persona como a un ser querido, familiar, amigo o pareja, lo vemos como algo simplemente natural en el comportamiento del ser humano. Desde el momento en que nacemos somos recibidos al mundo con un beso de nuestra madre. Pero, ¿hemos parado a pensar cuál es la historia detrás de dar besos? ¿Habrá un significado teológico el dar un beso a nuestro prójimo? ¿Cómo cambia esta acción de cultura a cultura? Son preguntas que en el día a día no nos cuestionamos, pero cuando indagamos en este tema, descubrimos que hay muchas cosas sobre un beso que damos por sentadas que tienen un significado más grande y peculiar.
Las primeras evidencias del origen del beso datan de hace más de cuatro mil años en los antiguos pueblos semíticos, los cuales son aquellos establecidos en el medio oriente y en la zona norte de Arabia. Para estas sociedades, el beso era un saludo habitual entre semejantes: en la mejilla para amistad, en la mano para sometimiento y en la boca para expresar devoción. En la Antigua Grecia el beso en la boca era casi desconocido puesto que se limitaban a besar la cabeza, los ojos o las manos, según se deduce de los poemas homéricos. En la Edad Media, el beso retoma diferentes significados que involucraban el respeto y la admiración. Por ejemplo, los musulmanes besaban en un hombro en señal de respeto. Mientras avanzaba el tiempo, en el período de la Revolución Industrial se globaliza la idea del beso como símbolo de cortesía y es cuando toma su actual papel como un elemento en la estimulación sexual y como símbolo del amor entre dos personas.
Una fuente paraentender el significadode besar en la tradicióncristiana es la liturgia.El profesor de Teología Católica y Ética Socialde la Universidad de St. Mary’s,Xavier Montecel, Ph.D., nos comparte un poco de su conocimiento acerca de esta tradición. “Para los católicos y otros cristianos que practican formas de liturgia arraigadas en tradiciones antiguas, el “beso de la paz” es un elemento fundamental de esta celebración. En este contexto, besar, u hoy en día, dar la mano, es una expresión de nuestra convicción de que no podemos acercarnos a la Eucaristía, el sacramento de la comunión, a menos que nosotros mismos practiquemos la comunión”. Por lo tanto, besar a nuestro prójimo significa un compromiso que nos hacemos mutuamente a amar a los demás como a nosotros mismos y reconciliarnos el uno con el otro. Esto es lo que nos define como una comunidad establecida en el amor. Asimismo, Montecel, PhD., añade que “cuando una madre besa a su hijo, por ejemplo, está expresando un sentimiento, pero también está haciendo más que eso. Se está llevando a sí misma y a su hijo a una realidad más profunda: la realidad del amor y la relación que define su vida juntos.” Para los católicos, estos símbolos como los sacramentos son medios para alcanzar la plenitud de nuestra relación con Dios.
Como fue mencionado antes, diferentes culturas actualmente difieren en cuanto al significado y la práctica de dar un beso a amigos y conocidos. Valeria Saenz, estudiante de Psicología de segundo año, creció con dos culturas diferentes y nos comenta que “en la cultura mexicana, desde pequeña, siempre fue ordinario el saludar a amigos y conocidos con un beso en la mejilla. El saludar de este modo era como una manera de demostrar que había cercanía, que éramos más que conocidos.” Por el contrario, en la cultura estadounidense sucede algo un poco diferente. Saenz agrega que “en la cultura estadounidense el saludo siempre era de mano” y que nunca pensaría en saludar a alguien que acaba de conocer con un beso en la mejilla.
Besar es indudablemente una acción muy propia de los humanos y que nos une con nuestros seres queridos y miembros de la religión católica. Puede ser considerada una acción tan básica de nuestro comportamiento pero que lleva con ella mucho significado personal, interpersonal y espiritual, a pesar que su significado ha cambiado a través de los años y difiere de cultura a cultura.